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Arreciando a fuerte marejada

1) El pasado sábado se presentaba en Madrid la nueva plataforma de Albert Rivera, Movimiento Ciudadano, con lo que el partido al que las encuestas sitúan ya por delante de PP y PSOE en Cataluña prepara el terreno para dar el salto a la política nacional.

La presentación fue todo un éxito. El Teatro Goya se quedó pequeño para acoger a las personas que acudieron para oír lo que el líder de Ciudadanos tenía que decir. Más de la mitad tuvieron que seguir el acto desde fuera de la sala. Lo cual es un solo un síntoma, pero un síntoma muy significativo, de hasta qué punto existe hambre en muchos electores de caras nuevas, de nuevas soluciones.

2) El domingo, el PP vivió la primera manifestación masiva contra su política antiterrorista. Y sus dirigentes tuvieron que sufrir en carne propia los abucheos y reproches de los asistentes a esa concentración, a pesar de los intentos del gobierno por descafeinar la convocatoria. Como resultado, el PP reaccionó, para consternación de muchos electores, igual que el gobierno de Zapatero en su día: descalificando y tratando de ningunear a quienes en aquella manifestación reprocharon al Gobierno su inacción contra ETA y su entorno.

Cospedal primero, e Iñaki Oyarzábal después, han salido a la palestra a descalificar a quienes reprochan al PP que esté contribuyendo, por acción y por omisión, a que los etarras salgan a la calle. Como respuesta, diez asociaciones de víctimas han exigido a Cospedal disculpas públicas, que aún no ha dado, y la propia Fundación Gregorio Ordóñez se encargó de contestar los despropósitos de ese Oyarzábal que ya ha conseguido reducir los votos del PP vasco a una tercera parte y trata ahora de contribuir a que los votos del PP nacional sigan el mismo camino.

3) Anteayer, jueves, conocimos la noticia de que en Cataluña se creó el pasado 11 de octubre un nuevo partido. Quien lo lidera es Isidro Carpio, uno de los fundadores del PSC y miembro de la corriente crítica Ágora Socialista.

Es relevante que una serie de críticos del PSC creen un nuevo partido, desencantados de la deriva nacionalista de los socialistas catalanes. Pero todavía es más relevante el nombre que han elegido para la nueva formación: Partido Socialista Popular de Cataluña. Teniendo en cuenta que José Bono irá a Barcelona a dar una conferencia el próximo 14 de noviembre, invitado por Ágora Socialista, el hecho de que elijan como nombre Partido Socialista Popular, no es casualidad. Recuerden Vds que José Bono inició su carrera política en el Partido Socialista Popular, de la mano de Enrique Tierno Galván, antes de que el PSP se integrara en el PSOE.

Con lo cual, no es difícil deducir quién está detrás del nacimiento de ese nuevo partido en Cataluña, que vendría a disputar los electores a ese PSC que hace diez años era el más votado, y al que las encuestas sitúan ahora como quinta fuerza política en esa Comunidad Autónoma.

4) Mientras, en Asturias, ayer empezó el baile de ruptura de alianzas, que se intensificará a medida que nos aproximemos a las elecciones europeas: UPyD e Izquierda Unida han dado por roto el pacto de gobierno con el PSOE, lo que aboca al Principado a una situación de inestabilidad, que habrá que ver cómo se resuelve.

Estamos, como pueden ver, en una situación política en la que los acontecimientos se aceleran cada vez más. El hartazgo de la ciudadanía, como las encuestas reflejan, es cada vez mayor. Partido Popular, Partido Socialista y Convergencia y Unión están en caída libre, y si los sondeos no reflejan un hundimiento más llamativo, es por la pura y simple razón de que la mayoría de los desencantados se han visto forzados a refugiarse en la abstención. Gracias a esa bolsa de votantes abstencionistas, PP y PSOE siguen cosechando, entre los dos, un 60% de los sufragios válidos.

Pero la aparición de nuevas fuerzas políticas va a alterar ese hecho. Y cuanto más voto recojan entre los ahora abstencionistas las formaciones de nueva creación, más bajará el porcentaje de voto de los partidos tradicionales.

Dentro de los planes de emergencia trazados al principio de la crisis, ya se contemplaba la hipótesis de que PP y PSOE sufrieran un fuerte desgaste electoral. Pero se contaba con que siempre se podría echar mano, en caso necesario, de una solución de último recurso: la de formar un gobierno de concentración entre los dos partidos mayoritarios, al estilo de lo que se ha hecho en Grecia o en Italia.

Sin embargo, los movimientos de opinión pública están siendo tan intensos que por primera vez empieza a cundir el miedo a que PP y PSOE no consigan, entre los dos, sumar una mayoría absoluta, lo cual sería el fin del régimen heredado de la Transición y obligaría a abrir el sistema a los nuevos partidos.

Por el momento, la tormenta que se intuía se ha materializado ya en una fuerte marejada. Y como los barcos son unas simples cáscaras de nuez, está empezando a entrar agua en las bodegas. A partir de ahora, comenzarán las improvisaciones para tratar de achicar el agua de los buques que amenazan con hundirse. En cuanto veamos a los primeros marineros subirse a los botes salvavidas, sabremos que el barco se va a pique.

Va a ser muy curioso, para empezar, observar los movimientos de José Bono en las próximas semanas. Como también serán muy indicativos los fichajes que realice Movimiento Ciudadano.

Estén Vds atentos, porque nos vamos a entretener muchísimo.

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