Es ya un ritual de cada año: con motivo de la final de la Super Bowl que tuvo lugar ayer domingo, los grandes estudios presentan los avances de los blockbusters que nos esperan a la vuelta de la esquina, en la temporada primavera-verano. Sin duda, el que se lleva la palma a absurdo y espectacular es el de Fast and Furious 6, que reúne al reparto de siempre en una trama con muchos más bikinis, coches y hombres sudados. 

Tras la desastrosa segunda entrega, Iron Man regresa en una nueva secuela dirigida por Shane Black, guionista de Arma Letal y las tremendas El último boy scout y Memoria Letal, y realizador de ese sentido homenaje al pulp (si es que las otras no lo eran) que fue Kiss Kiss Bang Bang, que sirvió de prólogo a la recuperación de su protagonista, Robert Downey Jr. Dicho de otro modo: por fin comienzan los verdaderos problemas para Tony Stark, cortesía todos ellos del Mandarín (Ben Kingsley) y la mitología del comic Extremis llevado a cabo por Warren Ellis (del cual está a punto de publicarse una reedición extendida).

Ahora que sabemos que J.J .Abrams pilotará los destinos de la nueva entrega de Star Wars, y que en la tercera de Star Trek se limitará a la producción ejecutiva, el segundo capítulo de las aventuras del Enterprise nos sabe un poco como a despedida. La primera de ellas, Star Trek (2009) fue una de las experiencias más satisfactorias que un servidor tuvo en una sala de cine en aquel año. La nueva Star Trek fue y es, no me cabe ninguna duda, la perfecta película de aventuras, con un guión abrumador y un equilibrado reparto. Y esa música de Michael Giacchino, que repite en esta nueva entrega, y que pese a no hacernos olvidar a Jerry Goldsmith se convertía en su perfecto relevo. Y Benedict Cumberbatch, bautizándose en el blockbuster como villano interestelar. Uf. Star Trek: En la oscuridad.

El de El llanero solitario tampoco se queda atrás en cuanto a escenas de destrucción masiva. De rodaje problemático y presupuesto millonario (pese a las restricciones impuestas por Disney), la película supone el regreso de Gore Verbinski y Johnny Depp tras la primera trilogía de Piratas del Caribe. Armie Hammer interpreta al llanero y éste a Tonto, su inefable compañero, en una adaptación del serial radiofónico de los treinta.

Oz: un mundo de fantasía supone la entrada de Sam Raimi en la factoría Disney por la puerta grande, con una precuela de la fantasía de L. Frank Baum en la que James Franco interpreta a un mago de poca monta que se trasformará nada menos que en el Mago de Oz que todos conocemos. La cinta será de las primeras que nos lleguen, a primeros de marzo, y con ella el estudio pretende repetir la jugada de Alicia en el país de las maravillas de Tim Burton, que recaudó más de un billón -con b- de dólares en todo el globo. Atención a la presencia de Mila Kunis, Rachel Weisz y Michelle Williams como brujas.

Para producciones problemáticas, Guerra Mundial Z, que debería haberse estrenado antes las pasadas navidades, pero que en su lugar llegará este verano tras innumerables retrasos, problemas de producción y reescrituras. Brad Pitt se enfrenta a una invasión mundial Zombie según los dictados de la novela de Max Brooks en una cinta dirigida por Marc Forster (Quantum of Solace).