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Las últimas vueltas de Rossi

Mucho tienen que cambiar las cosas en Yamaha para que Valentino siga más allá de la próxima temporada. Después de un año en el que el italiano ha ido de más a menos y en el que la fábrica del triple diapasón ha pasado de tener la llave del podio a perderse en el camino de la evolución, Valentino se ha mostrado con dudas y quizás con un poco menos de ganas, y en este deporte las ganas son el verdadero motor.

Si creo que la temporada 2018 será la última de Rossi es porque le hemos visto más justo que otros años para lo que es él, con más dificultades para luchar con los de arriba, tomando más riesgos, que en muchos casos le han llevado a sufrir la graba. ¡Amigo los años no perdonan, ni a los más grandes! Él todavía lo es, pero ahora son otros los que ocupan su lugar en el podio y su retirada dependerá de lo que ocurra en las primeras carreras de la próxima temporada, su rendimiento y el de la Yamaha.

Ni su actual equipo, ni Dorna, la empresa organizadora del campeonato de Motociclismo, quieren que una estrella con el talento, el nivel y el carisma que tiene Valentino se vaya del Mundial, porque sería una pérdida importante y hasta cierto punto irreparable. La imagen y la publicidad que da Valentino, uno de los pilotos con mayor palmarés de la historia de este deporte y uno de los pocos que por su dilatada trayectoria ha competido con varias generaciones de pilotos, desde Alex Crivillé a jovencísimos pilotos como Alex Rins o el propio Márquez, no se puede sustituir por ningún otro. Pero está claro que el adiós algún día tiene que llegar, y ese día está más cerca que nunca.

La situación actual de Yamaha no ayuda. Los primeros tests de pretemporada celebrados en Cheste han dejado en evidencia las dudas que hay en el seno del equipo. Sin todavía mucho nuevo que probar, la evolución en este 2017 se puede decir que ha sido fallida si tenemos en cuenta que el chasis 2016 con el motor también del año pasado que ha usado Jonas Zarco ha funcionado mejor que las dos patas negras de Yamaha. El propio Viñales ha terminado los entrenamientos confesando no saber muy bien porqué sí o porqué no salen los tiempos. Incluso el propio Rossi ha asegurado abiertamente que las cosas no andan bien en el garaje.

Con todos estos mimbres el cesto se precipita para el piloto italiano y su tan ansiado décimo título no podrá ser y se quedará en la lista de los deseados, como se quedó el haber sido capaz de ganar el Mundial con una marca italiana, Ducati. Estos dos retos habrán sido los imposibles para Rossi, pero en ningún caso deberá emborronar una carrera de diez, aunque con nueve títulos.

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