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Una historia de abandonos, neumáticos y remontadas

Esa suerte que abandonó a Vettel en fue la que sí tuvo esta vez Alonso. Sin fortuna, el piloto español y su Ferrari no hubieran llegado al podio,

El circuito de Silverstone ha sido el trazado en el que Vettel ha dejado de tener suerte. Carrera tras carrera le sonreía la fortuna y, al fin, llegó el día en que el alemán palpó el desatino. Y no fue por culpa de los neumáticos, protagonistas absolutos del Gran Premio de Gran Bretaña, sino por un fallo en la caja de cambios del Red Bull. Y esa suerte que abandonó a Vettel en Silverstone fue la que sí tuvo esta vez Fernando Alonso. Porque, hay que decirlo, sin fortuna el piloto español y su Ferrari no hubieran podido llegar al podio, ese que se veía tan lejano tras la nefasta calificación del sábado.

No le resto maestría al pilotaje de Fernando, que, tras el último safety car provocado por la rotura de Vettel, salió de boxes como alma que lleva el diablo consciente de que cada coche que adelantara y que cada punto que recortara al actual líder es un paso más en sus opciones al Mundial. Suerte y atino en Ferrari, ambos fueron aprovechando cada vaivén del gran premio, con los neumáticos como protagonistas, para intentar cubrir con maña del equipo y del piloto lo que no podían hacer por potencial del coche. La tercera posición da a Fernando algo de oxígeno y aliento para la ronda europea antes del descanso veraniego. Ya está a menos de una carrera de distancia –21 puntos– respecto al líder del Mundial, Sebastian Vettel.

Y por segunda vez esta temporada Nico Rosberg se ha llevado la victoria. Hamilton y él demostraron que el Mercedes ha mejorado en ritmo de carrera y potencial. La pena fue que el piloto inglés fuera uno de los damnificados por los misteriosos e inaceptables reventones de las gomas que han puesto en jaque al suministrador único de neumáticos, Pirelli.

Pese a que desde la marca italiana hayan querido echar balones fuera y asegurar que no descartan que hubiera algún problema en el trazado inglés, lo cierto es que todo apunta a que los neumáticos de Pirelli no consiguen ser competitivos, pero sobre todo seguros. Porque ya no estamos hablando de un problema de excesivo desgaste, sino de carcasas y estructuras del neumático erróneas o defectuosas. Todos los reventones, el de Hamilton, Massa, Pérez y Vergne, se produjeron en el neumático trasero izquierdo, el que más sufre por apoyos en este trazado, lo que parece descartar cualquier alteración en el circuito de Silverstone, que no dio problemas ni en los libres ni en la calificación.

Pirelli sólo tiene siete días para analizar e intentar subsanar los problemas antes de llegar al Nürburgring, donde este año se disputará el Gran Premio de Alemania.

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