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Preguntas y respuestas sobre la desaparición de Sandra Bermejo

Un grupo de detectives privados va a investigar los cabos sueltos del caso de la joven madrileña, a la que se perdió la pista en el Cabo de Peñas.

Un grupo de detectives privados va a investigar los cabos sueltos del caso de la joven madrileña, a la que se perdió la pista en el Cabo de Peñas.
La prenda ha sido localizada en el acantilado del mirador de Cabo Peñas. | C.JORDÁ / ESTHER GARCÍA

Un equipo multidisciplinar de especialistas de la Asociación de detectives privados de España va a participar en la búsqueda de Sandra Bermejo, la joven madrileña desaparecida el 8 de noviembre en Asturias. Como viene haciendo hasta ahora, en el marco de dentro del convenio de colaboración con SOS Desaparecidos, lo hará altruistamente y con el fin de arrojar luz sobre el caso.

No es un secreto que, tanto la la asociación que dirige Joaquín Amills como la familia de la psicóloga a la que se perdió la pista hace ya más de 50 días, no están contentos con el resultado de la investigación. Durante mucho tiempo, reclamaron que se realizaran determinadas actuaciones, como las batidas terrestres, que no se llevaron a cabo -aseguran a LD- porque "se dieron demasiadas cosas por sentadas".

El motivo es que Policía Nacional y Guardia Civil siempre manejaron el suicidio como causa más probable de la desaparición. Pero el entorno de la joven tiene muy claro que Sandra no se quitó la vida, y tampoco se marchó con la idea de empezar de cero alejada de su gente. Así se lo indican los datos que han podido recabar hasta el momento, pero queda mucho por investigar.

Con el paso del tiempo, los cabos sueltos se acumulan. En su opinión, los agentes del caso no han prestado la suficiente atención a algunas de las pistas y tienen la esperanza de que la intervención del mencionado equipo de detectives privados pueda dar un giro a la investigación, que -a nivel policial- parece estar en punto muerto. Pero, ¿qué es lo que sabemos hasta ahora?

¿Cuándo y dónde desapareció?

El rastro de Sandra Bermejo se perdió el pasado 8 de noviembre en el entorno del Cabo de Peñas, un lugar al que le gustaba ir a pasear. Su móvil emitió señal por última vez -desde allí- a las 17.15 horas.

¿Qué desató la voz de alarma?

Esa tarde, tenía clase de teatro. Faltó sin avisar, lo que preocupó a una amiga que también participaba de esta actividad. No era propio de ella. Al día siguiente, tenía prevista una videollamada familiar a la que no entró. Su madre intentó contactar con ella, sin éxito.

¿Cuándo pusieron la denuncia?

El 9 de noviembre, la madre de Sandra escribió -para que le ayudara a localizar a la joven- a su amiga y compañera de teatro, que se acercó a su casa en busca de respuestas. Nadie le abrió. Y de acuerdo con su familia, que se encontraba en Madrid, acudió a poner la denuncia.

¿Qué hizo la policía?

Mandaron una patrulla a su domicilio, comprobaron que no estaba en su interior -que no pudiera o no quisiera abrir por algún motivo- e iniciaron la búsqueda. Su coche tampoco estaba en la cochera.

¿Cómo estaba su casa?

Sandra dejó su casa en orden y con la nevera. "Estaba todo perfecto, la cama hecha con sus cojines bien puestos y todo muy bien organizado", explicó un portavoz de la familia a LD.

¿Dónde se perdió su rastro?

El vehículo de Sandra se localiza el viernes 11 de noviembre sobre las nueve de la mañana en el aparcamiento más próximo a la peña La Gaviera, en el vértice que se encuentra tras el faro del Cabo de Peñas. El mismo lugar donde se geolocalizó su móvil.

¿Cuál es la hipótesis principal?

El 15 de diciembre, el comisario jefe de la Brigada de Seguridad Ciudadana de Gijón, Jesús Marco Riaño, aseguró ante los medios que la principal hipótesis con la que trabajan los investigadores del caso es que se trata de una "desaparición voluntaria" y que lo más probable es que "lamentablemente se encuentre en el mar".

Días después, esa versión se rectificó levemente. Según señalaron fuentes cercanas al caso a LD, querían decir que "no creen que haya terceras personas implicadas" porque "hasta el momento no han encontrado indicios de criminalidad".

¿Por qué la familia no está de acuerdo?

El entorno apuesta por la hipótesis de que alguien le hizo algo o tuvo un accidente, en el caso de que su cuerpo se encontrara efectivamente en el mar. En primer lugar, porque pasaba por un buen momento y el suicidio no encaja con su personalidad. Pero también porque relación con su familia, en particular con sus padres, era magnífica y no creen que se marchara para siempre sin dejar ni siquiera una nota o mandarles un mensaje. Además, tenía su agenda organizada y su vida llena de planes, pensaba viajar a Madrid unos días más tarde para ver a su sobrino de un mes, con el que estaba "muy ilusionada".

¿Qué dicen las pruebas?

De momento, ninguna de las pruebas indica que Sandra pueda haberse tirado al mar. No hay nota de despedida, nadie notó un cambio de comportamiento en los días previos, no se han encontrado restos de sangre o pertenencias en la pendiente de los acantilados y el cuerpo no ha sido devuelto por el mar, como sí hizo hace unos días con un cadáver que -se pensó- pudiera haber sido de la joven pero fue descartado por los forenses.

¿Algún hallazgo significativo?

El 30 de noviembre, pasadas las nueve y cuarto de la noche, llegaba a SOS Desaparecidos un correo electrónico en el que el remitente aseguraba haber visto lo que parecía una prenda de vestir de color blanco en uno de los acantilados de Cabo de Peñas. Los investigadores acudieron a la ubicación facilitada por la persona que avistó el objeto y encontraron una camisa cuya talla coincide con la de la joven desaparecida. De momento, no se conoce el resultado de los análisis de ADN.

¿Qué queda por investigar?

Una de las incongruencias fundamentales de la investigación es el hecho de que se decidiera no investigar a fondo el coche de Sandra, lo que indica que se han dado demasiadas cosas por sentadas. No hay imágenes de cámaras que sitúen a la joven en el Cabo de Peñas, así que han dado por hecho que ella condujo hasta allí, que iba sola y que no pasó nada relevante para el caso dentro de aquel vehículo.

¿Había quedado con alguien?

Se desconoce este extremo. Pero su familia está convencida de que "no estaba sola" aquel día en el Cabo de Peñas. En primer lugar, porque no cogió nada del interior del vehículo. Ni el bolso, ni la documentación, ni las tarjetas... Todo esta en el coche cuando fue localizado por los agentes.

Por otra parte, así lo indica el testimonio de unos pescadores que aseguran haber visto dos coches que amanecieron junto al de Sandra, muy pegados, en el aparcamiento donde fue localizado. Se fijaron porque no es habitual que los vehículos pasen ahí la noche, o que haya movimiento a la hora a la que salen a faenar. Una pista que no se ha investigado.

¿De algún grupo esotérico?

Esa vía ha sido investigada y descartada por los agentes del caso. Cuando la joven desapareció, sus padres pusieron en conocimiento de los investigadores la relación de Sandra con estos grupos y no encontraron nada. Aunque en Madrid probó algunas terapias alternativas e incluso la ayahuasca, lo "había dejado atrás". En Gijón, "acudía a meditaciones, cantaban alrededor del fuego, tocaban el tambor y poco más", explicó a LD un portavoz de la familia. "La policía ya ha investigado todo lo que tenía que investigar a esos grupos, y no hay nada". No es así —sin embargo— con otras cuestiones.

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