España ha sido desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania uno de los países que menos ayuda ha aportado al Gobierno de Kiev. Así lo ha venido confirmando desde el pasado mes de abril el Ukraine Support Tracker, el observatorio del Kiel Institute, uno de los think tank más influyentes de Europa, que está analizando la ayuda militar, económica y humanitaria que los países occidentales están enviado a Ucrania.
La situación empezó a cambiar el pasado de agosto, cuando el Ministerio de Defensa anunció el envío, por primera vez, de material bélico pesado a Ucrania. Ese cambio de posición ha cristalizado esta misma semana, cuando el departamento de Margarita Robles ha anunciado que los sistemas lanzamisiles comprometidos ya van camino a Polonia, el país a través del cual serán posteriormente introducidos en Ucrania por rutas seguras.
El primero de los sistemas comprometidos es el Aspide. Defensa estudiaba desde junio su envío pero no lo confirmó hasta el pasado mes de agosto. Militares ucranianos han estado adiestrándose en su uso en el Campo de Maniobras de San Gregorio (Zaragoza) desde inicios de septiembre. Ahora tendrá que demostrar lo aprendidos defendiendo los cielos de las ciudades ucranianas, especialmente Kiev.
El Aspide es un sistema de defensa aérea tierra-aire con cuatro lanzadores por batería. Tiene un alcance efectivo de 25 kilómetros y sus misiles alcanzan una velocidad durante sus intercepciones de 3 Match, es decir, de tres veces la velocidad del sonido. Destaca porque está preparado para resistir contramedidas electrónicas que intentan anular su operatividad. España va a enviar una unidad de este sistema.
El segundo de los sistemas comprometidos es el Hawk. Su envío fue desvelado por el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, a medidas de octubre. Horas después fue reconfirmado por el ministro de Defensa ucraniano, Oleksii Reznikov. Sólo después de esas dos confirmaciones la decisión de enviar este tipo de lanzamisiles fue confirmado por el Ministerio de Defensa español.
El Hack es un sistema de defensa aérea tierra-aire. Tiene un alcance efectivo de 40 kilómetros y hasta un techo de 18 kilómetros. Sus misiles pueden interceptar otros misiles o aeronaves no tripuladas a una velocidad de 2,5 Match, es decir, dos veces y media la velocidad del sonido. Destaca por su radar de onda continua para detectar objetivos. España va a enviar cuatro unidades de este sistema.