Tres conclusiones rápidas sobre una información en El País de hoy. El diario, muy metido en su papel de próximo vocero gubernamental, anuncia que Zapatero enviará más soldados a Afganistán como exhibición de firmeza y lealtad en la lucha antiterrorista, cualidades que los aliados de España están poniendo en duda por la precipitación del próximo jefe del Gobierno en confirmar que retirará de Irak al contingente militar español el próximo 30 de junio, a menos que Naciones Unidas haya pasado a administrar, para entonces, la seguridad de la zona. Conclusión número uno: si la motivación para enviar más tropas a Afganistán es demostrar que España es leal a sus aliados, cumple con sus compromisos, no cede al chantaje terrorista y es digna de crédito internacional, hay una forma más directa y decente, y menos costosa, de transmitir todo esto: que el contingente español permanezca en Irak hasta el fin de su misión. Conclusión número dos: las Fuerzas Armadas no deben ser utilizadas para asear la improvisación o la insolvencia de nuestros gobernantes. Conclusión número tres: se confirma que, a partir de ahora, el Gobierno se enterará de sus propias decisiones leyendo El País, y el BOE pasará a ser una reliquia más del Patrimonio Nacional.