Hezbolá

El acuerdo de alto el fuego pactado en la ONU que puso fin a la guerra del Líbano estuvo acompañado del despliegue de una fuerza internacional bajo mando de Naciones Unidas con la misión principal de impedir que los terroristas de Hezbolá recuperasen el control del sur del Líbano. Sin embargo según ha desvelado este martes el jefe del Servicio de Informaciones de las Fuerzas Armadas de Israel, general Amos Yadlin, el grupo terrorista Hezbolá reconstruye y fortalece posiciones destruidas por Israel durante la guerra, pese a la presencia de 8.000 soldados de la ONU, de los que alrededor de un millar son españoles. Además, el general, en una comparecencia en el Parlamento, ha dicho que Irán podría contra con la bomba atómica en dos años y medio.

El reportero gráfico peruano Jaime Rázuri, secuestrado el 1 de enero en Gaza, ha sido puesto en libertad, informaron este domingo fuentes de seguridad palestinas. La policía informó a los periodistas por teléfono de que el fotógrafo, que trabaja para la agencia francesa AFP, está libre, pero no ha precisado aún quienes eran sus secuestradores. Según informaciones de medios israelíes no confirmadas por parte palestina, el jefe de la oficina política de Hamás, Jaled Meshal, habría contactado el pasado jueves desde su sede Damasco con Mumtaz Durmush, líder supuesto del grupo terrorista Ejército del Islám, para pedir la liberación del reportero gráfico.

Miles de soldados y policías libaneses están este domingo en alerta en Beirut ante la masiva manifestación convocada por la oposición, liderada por el grupo terrorista Hezbolá, para hacer caer al gobierno pro occidental del primer ministro, Fuad Siniora. Los militares han reforzado su presencia en las entradas de la ciudad y en el centro de Beirut, donde ya han llegado decenas de miles de simpatizantes de la oposición para participar en esta manifestación, la segunda desde el 1 de diciembre, que califican de "día histórico". El Gobierno de Siniora cree que la oposición prepara un golpe de Estado con el apoyo de Siria.

Un grupo de unos cincuenta terroristas de la red Al-Qaeda se habría infiltrado en el Líbano a través de Siria con el objetivo de asesinar a personalidades libanesas anti-sirias, según un documento "confidencial" enviado a la ONU, que revela este jueves el vespertino Le Monde, que tuvo acceso a los papeles. Según ese documento, un representante palestino en el Líbano informó a un alto funcionario de la ONU en la región de que "una cincuentena de terroristas bien armados afiliados a Al-Qaeda entraron en el Líbano a través de Siria" para cometer un "complot terrorista de Damasco" destinado a "asesinar a 36 personalidades libanesas anti-sirias".

El primer ministro libanés Fuad Siniora ordenó al Ejército y a la Policía reforzar las medidas de seguridad en los barrios más conflictivos de Beirut tras los enfrentamientos con opositores que dejaron un muerto y diez heridos. La movilización incluye tanques y blindados. El grupo terrorista Hezbolá, que encabeza las movilizaciones para derrocar al Gobierno, no ha reaccionado a la muerte de uno de sus miembros. La tensión es muy grande entre los bloques pro y antisirios.

El Gobierno de EEUU ante las Naciones Unidas acusó a los regímenes de Siria e Irán de promover un golpe de Estado en el Líbano. El embajador estadounidense, John Bolton, declaró que "las manifestaciones de Hezbolá concuerdan con lo que dijo hace unas semanas  Nasralá (líder del grupo terrorista pro iraní). Forma parte de los esfuerzos para derrocar a un Gobierno democráticamente elegido". La gestión del primer ministro libanés, Fuad Siniora, atraviesa una grave crisis política y constitucional, agravada por la dimisión de seis ministros pro sirios y el asesinato del ministro de Industria, Pierre Gemayel. En el centro de Beirut, cientos de seguidores de la oposición siguen acampados en el marco de las protestas que comenzaron el viernes para hacer caer el Gobierno de Siniora, al que acusan de pro occidental.

El bloqueo en torno a la sede del Gobierno libanés que mantenían miles de manifestantes pro sirios, convocados por los terroristas de Hezbolá, que exigían la dimisión del Ejecutivo del primer ministro, Fuad Siniora, ha sido levantado este viernes por la noche. Según informaron fuentes gubernamentales a la agencia Efe, los manifestantes han dejado el paso libre al Palacio Gubernamental, donde se encontraban atrapados Siniora y su Gobierno, tras intensas negociaciones entre ambas partes, con la mediación de la embajada saudí en el Líbano donde se encontraban atrapados Siniora y el resto de miembros de su Gobierno, señalaron las mismas fuentes. Las fuerzas antisirias, mayoritarias, que lidera Saad Hariri creen que Damasco "está fomentando un golpe de Estado".

Unas 800.000 personas según la policía se han congregado este viernes en el centro de Beirut en previsión a la manifestación y la "sentada simbólica ininterrumpida" convocadas por la oposición pro siria para derrocar al Gobierno de Fuad Siniora. Procedentes de todas las regiones libanesas, los manifestantes convocados por los terroristas de Hezbolá se congregaron en el centro de la capital coreando: primer ministro, Fuad "Siniora vete, escucha al pueblo" y "Estados Unidos fuera". Los manifestantes bloquearon todos los accesos al Palacio de Gobierno, donde se encuentran reunidos Fuad Siniora, y varios de los miembros de su gabinete. Las fuerzas antisirias que lidera Saad Hariri creen que Damasco "está fomentando un golpe de Estado".

El ministro libanés de Medioambiente, Jacub Sarraf, próximo al presidente pro sirio, Emile Lahud, anunció su dimisión debido a la crisis política en el país, según aseguró él mismo en un comunicado de prensa. El dimitido, un cristiano grego-ortodoxo, se convierte así en el sexto alto cargo que abandona el Gobierno del primer ministro Fuad Siniora, tras la reciente dimisión de los cinco ministros que representan a los grupos chiíes Amal (Esperanza) y Hezbolá (Partido de Dios).