Muchas veces hemos hablado aquí de Bond 23, la nueva entrega de las aventuras del agente secreto británico que se estrenará en 2012 después de muchos retrasos. Esta semana se supo que el español Javier Bardem estaba siendo tanteado por los productores de la saga para interpretar el papel de malo de la historia, cosa que ahora ha confirmado el propio actor.

Bardem, según LA Times, se ha llegado ya a reunir con el que será el flamante director de la película, el británico Sam Mendes (Camino a la Perdición, American Beauty). Eso significa que, primero, la noticia no sólo es uno de los abundantes rumores sobre la película, y dos, que el actor, nominado este año al Oscar por Biutiful, realmente se lo está pensando.

Es más, fíjense en estas declaraciones, en las que Bardem dice que es "un gran fan de la saga de James Bond", un tipo de declaración sorprendente en el caso del español. "Cuando era pequeño, iba a ver junto a mi padre al Sr. Connery haciendo el papel. ¿Quién iba a pensar que yo podría estar en una de esas películas?". El tono adulador de las mismas subraya que podría ser un hecho que el actor finalmente hiciera el papel. La única condición es, eso sí, que le guste el guión de la película, pero el acuerdo parece bastante cercano.

"Están cambiando todo, toda la dinámica (...) Intepretaría a la némesis de Bond, sí, pero no es tan obvio. Todo es más matizado e intrigante". Me pregunto si realmente es necesario cambiar demasiado de la serie Bond más allá de las excelentes variaciones aportadas en la memorable Casino Royale, que supuso el estreno a lo grande de Daniel Craig en el papel.

La noticia llama aún más la atención debido a la conocida reluctancia de Bardem a aceptar papeles en EEUU. Recientemente rechazó estar en Wall Street: el dinero nunca duerme, de Oliver Stone, donde se habría encargado del papel del que finalmente se hizo cargo Josh Brolin. Bardem también rechazó el papel protagonista en Nine –que finalmente recogió Daniel Day Lewis, y otro de importancia en Minority Report, de Steven Spielberg, por considerar que no se ajustaba a su perfil.

Creo sinceramente que Bardem podría ser un extraordinario oponente para el 007 de Daniel Craig. Tanto si toca un buen intercambio de puñetazos como en un duelo intelectual, yo desde luego pagaría la entrada por verlo. Vamos, que si me permiten la palabra, sería un malo cojonudo. ¿Qué piensan ustedes?