Durante semanas hemos asistido atónitos al tira y afloja entre Podemos y Sumar, y al escollo principal que había sobre la mesa a la hora de la integración del primero en el segundo, que era la presencia o no de Irene Montero en las listas. Un enfrentamiento a cara de perro que se aceleró con la convocatoria de elecciones generales por parte del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al día siguiente del batacazo de la izquierda en las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo. También hemos visto una y otra vez cómo Yolanda Díaz escurría el bulto para explicar el veto a su compañera en el Consejo de Ministros, hasta ayer, que por fin ha dado explicaciones en la cadena SER para, increíblemente, negar que haya existido veto.
Durante estos días hemos visto maniobras desesperadas de los podemitas antes de que se cerrase el plazo de inscripción de Sumar, como convocar una consulta interna entre sus militantes la víspera.
En medio de unas negociaciones cada vez más crispadas, Podemos se sacó de la manga la consulta a sus militantes para pedir si deseaban el acuerdo con Sumar.
En el anuncio de la convocatoria, Ione Belarra aprovechaba para sacar pecho de lo que habían hecho en estos "nueve años", centrándose en la entrada en el poder y las leyes aprobadas en esta legislatura, que incluye la mención de las leyes estrella de Irene Montero, cuya presencia en las listas sería el principal obstáculo para el acuerdo.
Hemos visto también como Belarra daba un ultimátum a Yolanda Díaz, asegurando que sólo habría acuerdo si se garantizaba un trato "justo" a Irene Montero, intentando forzar in extremis al equipo negociador de Sumar.
Vimos también cómo por un presunto "error", y mientras se hacía la consulta a los militantes, un dirigente de Podemos registraba un nuevo partido en la misma sede de la formación morada.
Vimos a Pablo Iglesias hacer un devastador retrato de Yolanda Díaz, describiéndola como desleal, injusta, títere de la "mafia"... y finalmente, asistimos a la rendición de Podemos, que aceptaba la humillación del veto a Irene Montero y diluirse en Sumar.
Durante todo este tiempo, Yolanda Díaz se ha escabullido de los periodistas, respondiendo con evasivas una y otra vez, no respondiendo a lo que se le pregunta, hablando de lo humano y lo divino sin decir nada sobre el veto a Irene Montero... algo habitual en ella.
Ayer, sin embargo, en una entrevista en la cadena SER con Ángels Barceló, sí respondió a la pregunta del veto a Irene Montero que todos hemos vivido día a día, minuto a minuto. Pero ha respondido para mentir descaradamente, negando la existencia del veto a la pareja de Pablo Iglesias y todavía ministra de Igualdad del Gobierno de coalición. "¿Hubo veto explícito a Irene Montero?" pregunta Barceló: "No, no es nuestro estilo vetar", contestó con una sonrisa marca de la casa.