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El diputado Pacheco y la bebida

A mi querido diputado del PP por Murcia Arsenio Pacheco, que no ha cometido ningún delito, se le ha castigado en estos días con la pena de telediario, sacándolo en "prime time" con más minutaje que los asesinatos en serie del "Arropiero" o, como dice un amigo común con mucha gracia, que el primer nacimiento en cautividad de un oso panda en el zoo madrileño. Uno está muy de acuerdo en que la hipocresía es esencial en una sociedad civilizada, pero tampoco hay por qué considerar que la retirada del carné de conducir durante ocho meses al diputado Pacheco, porque una noche lo pillaron al volante con unas décimas de alcohol en sangre, es el última gran conmoción mediática de nuestro tiempo, en espera de que se descubra que el Barça de Guardiola no hace el milagro de curar la polio infantil en el mundo rezándole a sus cromos.
 
Yo diría que la bebida es de lo único serio a lo que uno se ha podido dedicar durante las dos legislaturas de Zapatero. Con una realidad tan disparatada, la gente decente se he vuelto hacia la helada claridad analítica del "gin tonic". Pero es que además Pacheco no ha bebido en el total de su vida más de la cantidad que emplearía sir Winston Churchill en aclarar su garganta para un solo discurso. Desconozco los pormenores, pero apuesto a que aquella noche, antes de coger el coche, el diputado habría cenado de postre alguna guinda al marrasquino.
 
Creo que estamos perdiendo la perspectiva. En este país se atiende más a las maneras que a los principios. El diputado Pacheco fue, junto con el también diputado PP Alberto Garre, uno de los dos héroes murcianos (en un parlamento donde, hasta ese momento, el último gesto recordable fue el permanecer sentado ante el teniente coronel Tejero, hace ya treinta años) que evitaron con su negativa a seguir la disciplina de grupo que el Estado aceptara tramitar cualquier Estatuto inconstitucional presentado en el Congreso. Adviértase la enormidad que estoy escribiendo. La presión de los suyos para que Pacheco, aquel insignificante diputado por Murcia, un simple farmacéutico de pueblo con sentido común sanchopancesco, votara "si" fue intimidante. Disuasoria. Pero voto "no". Y no.
 
Pacheco, plantándose, dijo "no" a que el PP aceptase que las Comunidades Autónomas hiciesen y deshaciesen lo que les diera la gana sobre los ríos que pasan por sus territorios (sí, Pacheco del único líquido que entiende un poco es del agua). Es decir, "no" a que las Comunidades Autónomas sustituyeran a un Estado que durante el zapaterismo ha tenido vocación residual. Al final, su "no" iniciático, su inesperada rebelión, hizo que el PP recordase vagamente a qué prerrogativas no debe renunciar nunca España. Y el turbio Barreda tuvo que retirar su nuevo Estatuto, por otra parte perfectamente parecido y tan inconstitucional como el aragonés o el andaluz. Pero si no llega a ser por aquellos dos que quebraron la aplacencia monolítica "de grupo", muy probablemente el PP hubiese tragado con lo que presentase el PSOE, para no crispar.
 
Por menos que lo que logró Pacheco en el Congreso, en Hollywood filman alguna película de espíritu elevado sobre la supremacía de los valores políticos irrenunciables. No muchos en el PP parecen habérselo agradecido, independientemente de su error viario. Para que se entere de que, en España, por apartarse del camino recto (que estos últimos ocho años ha sido "el Sendero de la Mano Izquierda", por emplear la denominación de una conocida secta ocultista y satanista) acabas por lo menos como Mourinho. Pacheco dio la oportunidad al PP en el Congreso, en un mal momento para la entonces Oposición, de recordar cuáles son sus principios. Los mismos que Rajoy no se cansa de airear.
 
Y ahora, cuéntenme otra vez lo de que la retirada temporal del carné a este gran representante de los ciudadanos merece más pena de telediario que la entrada de Barrionuevo y Vera en la Cárcel de Guadalajara.  

Presupuestos de la comunidad murciana para 2012: La fiesta continúa

La comunidad autónoma de Murcia está tramitando sus presupuestos generales para el año 2012. Como en España nadie lee semejantes mamotretos y en Murcia menos aún, por el buen clima, servidor se ha tomado la molestia de estudiarlos con cierto detenimiento, mayormente para comprobar si es cierta esa austeridad a la que parecen haber sometido los presidentes autonómicos su cerviz, tan dura como pródiga.

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Otro cura dando la nota

Me resultan insufribles los curas que pretenden ser curas contra la Iglesia, y algunos incluso contra la propia religión que dicen profesar. Nunca he soportado esa cursilería extrañamente común en esta gente, y su vanidad, tan evidentemente diabólica, pero de muy baja estofa. Tienen soberbia bastante, pero no clase como para ir por la vida de Ángel Caído. Tanto los que salen del armario con alzacuellos para escandalizar al rebaño, como los que confortan a los terroristas (Obispo Setién), como los que predican el estalinismo metafísico, como los que pretenden hacer del catolicismo una religión adaptada a sus insuficiencias, y no al revés. Su alianza posterior con instancias anticatólicas (es la constante, tan previsible, de todos) para causar el mayor daño posible a la Institución que los acogió sin tener la obligación de hacerlo.

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La vieja tradición autonómica de los tres presupuestos ficticios

Me acuso, hermanos, de haber sido durante veinte años funcionario y además de una autonomía, para mayor desdoro. Haber sido funcionario y liberal es como ser español y del Barça, una contradicción que cada uno sobrelleva de la mejor manera posible. Pero los cuatro lustros en la administración autonómica me sirvieron para conocer de primera mano los numerosos desmanes que con toda naturalidad se han producido en las autonomías, muy principalmente mientras las gobernaba el PSOE.

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Bono echa una mano (al cuello) al PSOE

Corre por ahí un chiste sobre los socialistas en Murcia, que no es tal chiste porque no parodia o exagera, sino que constata. Dice el falso chiste, en realidad la más brillante síntesis sobre el futuro del socialismo murciano que he escuchado nunca: "El próximo presidente de la Comunidad Autónoma de Murcia después de Valcárcel será socialista: heredará la región el hijo de María González Veracruz". La joven González Veracruz es candidata número 1 del PSOE por Murcia por su casa -su padre es el actual Delegado del Gobierno-, y su hijo, el "heredero socialista" de Valcárcel, todavía no ha nacido porque ni siquiera ha dado noticia de embarazo (y no sé si se le conocen otros amores que el partido). Lo cual da idea de cuán largo se lo fían en esta región al PSOE, aunque Valcárcel quisiera dejar mal al chiste y retirarse a otro cargo prematuramente, cuando apenas lleve dieciocho o veinte años como presidente autonómico. Eso no cambia las actuales perspectivas socialistas de llegar al poder, que se espera, aproximadamente, para cuando el progreso tecnológico permita a la humanidad fundar colonias de pioneros en algún lugar de la constelación de Andrómeda.

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Del agua, Rajoy ni gota

El primer avance ofrecido por el Partido Popular sobre su programa de gobierno no incluye ni una sola palabra sobre el controvertido tema de los recursos hídricos, a pesar de su importancia para la vertebración de un país que todavía padece las consecuencias de una política hídrica insuficiente, en especial en la región del sureste.

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¿Y qué?

El ratero que opera en mi barrio puede llenar las farolas con copias de un comunicado diciendo que "cesa definitivamente su actividad delictiva", ahora bien, si lo trinca la Guardia Civil o la Policía, el tío va al cuartelillo y después a la cárcel a responder de sus delitos. Siendo esto así, no se explica por qué la justicia y el orden público han de actuar de forma distinta con estos otros delincuentes de la ETA.

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Feliz día de la Hispanidad

España debe ser uno de los pocos países del mundo, sino el único, en el que no está del todo bien visto celebrar la Fiesta Nacional.

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El crecimiento del paro es una oscura maniobra más del PP y los mercados

Las tres superficies de mayor dureza conocidas en la naturaleza son el corindón, el diamante y el rostro de los gestores socialistas del empleo. Por ese orden. Así que el gobierno no tiene responsabilidad en las cifras vergonzosas de paro en España porque no es el encargado de contratar y despedir a los trabajadores. Pues nada, estupendo. Que los sindicatos de izquierdas preparen una concentración de agradecimiento a las puertas de las sedes del PSOE en todas las provincias para certificar su inocencia en la ruina de España y agradecerles sus esfuerzos por evitarlas.

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