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Piedras contra nuestro propio tejado

El año que termina, en lo que a lo deportivo al menos se refiere, ha sido extraordinario para Madrid. Allá por mayo el sol lucía radiante en la capital española tras pasar el corte para los Juegos de 2012, pero pronto llegaron los negros nubarrones del otoño. La designación de Sevilla como sede de la final de la Davis, la polémica de las selecciones autonómicas y el boicot de los independentistas catalanes han hecho mucho daño, y el COI no es ajeno a ello.
 
Ningún país del mundo tira piedras contra su propio tejado salvo, claro está, España. Mientras los pujolistas y los carod-rovirianos se encargan de dinamitar el sueño de una oportunidad histórica, París, Londres, Moscú y Nueva York se frotan las manos y pregonan a los cuatro vientos que "Spain is different".

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