Eso es nuestra vida, no un carnaval ni una tómbola, una miscelánea, un helado de tutti fruti, una macedonia en almíbar. Todo cortado en trocitos y bien mezclado.

En esos trozos de realidad cotidiana se mezcla el ocio con el trabajo sin solución de continuidad. Siempre decimos que somos unos privilegiados porque hemos acabado convirtiendo nuestras aficiones en un medio de vida. Eso no quiere decir que el trabajo no sea trabajo con todas sus implicaciones : horarios, obligaciones, sentido de la responsabilidad... más, si cabe, porque precisamente como nos gusta lo que hacemos, queremos que quede perfecto.

Esto andaba reflexionando el otro día mientras preparaba el contenido de El Desván de Alaska de esta semana. Mi sección en CHIC me hace disfrutar tanto que se me pasan las horas rebuscando fotografías, maquinando cuál puede ser la próxima galería de imágenes. Lo mismo me pasa con los podcasts que grabo para la radio de Gladys Palmera-Nanosónico. Me encanta pensar a qué personaje se lo voy a dedicar y empezar a establecer esas conexiones que me llevan a poner una canción u otra. Y por supuesto mis intervenciones en la Crónica Rosa de EsRadio me hacen devorar todas les revistas del kiosko y de la red. Nacho y tú consideráis que dedico demasiado tiempo a estas cuestiones, que debería economizar más y tener una aproximación más equilibrada a mis ocupaciones. Pero no sería tan divertido. He encontrado por la red un par de fotos del día de la fiesta de presentación de la nueva programación de Radio Gladys Palmera. En una estoy compartiendo mesa con Ana Curra, Topacio e Isra y la otra nos la hicieron cuando ya nos íbamos a dormir.

Menos mal que hay otros trabajos menos acaparadores. Por ejemplo, nuestra colaboración semanal en el programa de radio Yu : No te pierdas nada, donde acudimos a ciegas a someternos a un test de actualidad. No puedo preparar nada, pues no sé lo que me voy a encontrar. En contra de lo que cabe esperar en mí, me lo paso fenomenal ante este ejercicio de improvisación. El otro día me llevé la cámara para inmortalizar esos minutos de acción con nuestros compañeros.

Últimamente no pasamos tanto tiempo juntos, yo he estado muy recluida escribiendo letras, ensayando las nuevas canciones, grabando. Y tú vas como un coche de choque, de tus colaboraciones en Punto Radio a las de Ana Rosa o El Hormiguero, de una reunión a otra, o a pinchar de aquí para allá. El lunes por la noche aparcamos el cansancio y nos fuimos al Hotel Ritz a la fiesta de los premios de la revista Cosmopolitan, donde nos daban un premio, el premio Love, digo yo que porque se nos ve muy enamorados. Bien está.

La promoción de la película Hotel Transilvania también nos ha dado ocasión de compartir actividad. Primero en el Festival de Sitges, donde posamos con los muñecos de los personajes a los que doblamos. Y recientemente en El Hormiguero, donde recreamos la cabecera de apertura de la serie La Familia Munster. Para mí, un regalazo. Hoy se estrena la película y tenemos pendiente quedar con nuestros amigos (grandes y pequeños) para ir a darnos un atracón de palomitas y risas.

Y por último, last but not least, Fangoria despedimos temporada de gira en el Benidorm Palace, el mejor sitio del mundo para este espectáculo arevistado que nos ha tenido dos años de conciertos. Felicidad total.

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