La nueva normalidad de la que habla Sánchez será la de la pobreza. Saldremos del confinamiento de nuestras casas para entrar en el de un Gobierno estatalizador.
Los comunistas avanzan a toda velocidad en la constitución de ese Estado paralelo que ha empezado, siguiendo la lógica leninista, por donde es más fácil derribar el Poder enemigo, es decir, el régimen constitucional.