El veterano adiestrador italiano de la selección paraguaya, Cesare Maldini, tras sus éxitos deportivos con el combinado de su país, primero como jugador y después como entrenador, tomó las riendas de la escuadra guaraní en medio de una particular antipatía de periodistas y público tras el despido del uruguayo Sergio Markarián en diciembre.

La contratación del profesional, de 70 años, sintetiza los sueños de grandeza del cuadro albirrojo en su sexta participación en un Mundial.

Maldini, que dirigió a la selección de Italia en el Mundial de Francia-98, fue asistente de Enzo Bearzot en España-82 y México-86 y había desechado antes una oferta para dirigir a Emiratos Arabes Unidos.

Para los especialistas deportivos, su presencia en el Mundial-2002 es evidentemente una revancha a la frustración que significó la eliminación de Italia en Francia-98, que perdió ante el anfitrión en cuartos de final por la vía de los penales.

Maldini trabaja con el ex jugador italiano Mauro Tassotti y el preparador físico argentino Gabriel Macaya.

Actuó como jugador en Chile-62 y es padre del capitán del AC Milán y de la selección italiana Paolo Maldini.