La República de Irlanda acude por tercera vez a una fase final de la Copa Mundial, en la que tendrá que superar duros enfrentamientos en la liguilla, donde se medirá a Alemania, Arabia Saudí y Camerún. Sin embargo, el hecho de que los irlandeses se vean verdaderamente bien colocados para hacerse con un puesto en las eliminatorias dice algo de la confianza de que ha hecho acopio el equipo.

Tras la ausencia por díscolo de Roy Keane, del Manchester United, la presencia de una hornada de jóvenes valores de tanto talento a su alrededor ha permitido por fin a Robbie Keane brillar con la camiseta de Irlanda. Desde Shay Given en la meta, pasando por Damien Duff y Matt Holland en el centro del campo, hasta Robbie Keane en ataque, la República nunca había contado con futbolistas tan prometedores.

El seleccionador, Mick McCarthy, es en gran parte responsable de esta nueva ilusión. El técnico inglés ha puesto a punto el enfoque directo del fútbol de su predecesor, Jack Charlton, empleando la fructífera cantera de jóvenes que tiene Irlanda para poner en práctica un estilo más atractivo y combinativo.