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Si hay un país con una historia negra en Copas del Mundo, ese es España. A pesar de poseer una potente Liga, jugadores de primera, clubes celebérrimos y una gran pasión nacional por el fútbol, España, eterna favorita, defrauda cada vez. Falta de garra y espíritu patriótico, mala suerte...las explicaciones son variopintas y los resultados...lapidarios.
En diez participaciones mundiales, lo máximo que ha logrado España es llegar al cuarto lugar, y eso hace más de medio siglo, en Brasil 1950. En México 86, partía, de nuevo, entre las favoritas, con un equipo que incluía a Emilio Butragueño y a su famosa "Quinta del Buitre". Venían arrasando, pero los penaltis contra los belgas en cuartos pusieron fin a la aventura.
Después del fiasco de Francia 98 -España fue eliminada en primera vuelta, quedando por detrás de Nigeria y Paraguay - José Antonio Camacho se hizo cargo de la selección nacional en sustitución de Javier Clemente. Camacho ha sabido desde entonces crear un bloque sólido, brillante, completo, pero que sigue inspirando cierta inquietud cuando se trata de la fase final de una gran competición.
Tras una fase de clasificación brillante, España contará en la aventura asiática con un equipo que combina jóvenes talentos y veteranos. El ejemplo perfecto es la portería, donde junto al curtido Santi Cañizares estará el novato Iker Casillas. En la defensa, a los veteranos Fernando Hierro y Miguel Angel Nadal se han agregado nombres como Carlos Puyol o Curro Torres.
La juventud prima en el mediocampo, que estará asegurado con David Albelda o Rubén Baraja -una de las revelaciones de la temporada en el Valencia- y el ya consagrado Gaizka Mendieta, mientras que el tándem Raúl-Diego Tristán, se encargará de marcar goles.
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