Cuando el fútbol empezó a hacerse popular fuera del Reino Unido, Alemania fue uno de los primeros países en caer bajo su hechizo. La Federación Alemana de Fútbol, que recibe el nombre de Deutscher Fussball Bund (DFB), se fundó en 1900. Cuatro años después, la DFB se convertía en miembro oficial de la FIFA.

A principios del siglo XX, se fundaron muchos clubes de fútbol en el país, entre ellos el Bayern de Munich y el FC Schalke 04. No obstante, el fútbol alcanzó auténtica popularidad en Alemania después de la I Guerra Mundial. En 1919, había 150.000 jugadores de fútbol inscritos en la federación; hacia 1932, había más de un millón.

Alemania participó por primera vez en una Copa Mundial de la FIFA™ en 1934 y quedó tercera. Después de la II Guerra Mundial, la selección nacional alemana ayudó a insuflar algo de orgullo en su devastado país. En 1954, guiada por el juego de Fritz Walter, Alemania derrotó a la gran Hungría y consiguió su primera Copa Mundial de la FIFA. La selección, que se llamaba oficialmente Alemania Occidental, se consolidó inmediatamente como una auténtica potencia futbolística mundial.

Sólo en tres ocasiones ha asistido el mundo a una segunda fase de la Copa Mundial de la FIFA en la que no participara Alemania: la primera, en 1930, porque el país no se presentó al torneo. La segunda, en 1938, porque la selección había perdido contra Suiza en la repetición de su primer encuentro de la primera fase. La última, en 1950, cuando el torneo se disputó en tierra brasileñas.

Tras proclamarse campeona de Europa en el Campeonato Europeo de la UEFA de 1972, la selección alemana, liderada por el gran Franz Beckenbauer y por Gerd Muller, volvió a alcanzar la gloria en la Copa Mundial de la FIFA 1974 y, esta vez, como nación anfitriona del torneo. Ese año tuvo lugar también la única participación de Alemania Oriental en una Copa Mundial de la FIFA. Curiosamente, la selección del Este se impuso a su paisana occidental por 1-0 en la primera fase del campeonato.

Alemania volvió a alzar el trofeo del Campeonato Europeo de la UEFA en 1980, justo antes de proclamarse de nuevo campeona de la Copa Mundial de la FIFA.

En 1990, Alemania consiguió de nuevo el título mundial. En esta ocasión, se proclamó campeona en Italia. La selección, con sus grandes artífices Jurgen Klinsmann y Lothar Matthaeus, se impuso en la gran final por 1-0 a una selección argentina que sólo cuatro años antes, en 1986, la había derrotado en la final de la Copa Mundial de México.

El último gran título que figura en el palmarés de Alemania es el tercer triunfo conseguido en el Campeonato Europeo de la UEFA de 1996. En la gran final de dicho campeonato se impuso a la República Checa por 2-1, gracias a los dos tantos que marcó el delantero Oliver Bierhoff, quien entró de suplente en la segunda mitad del encuentro. Bierhoff podría formar parte del equipo que presentará Alemania en la Copa Mundial de 2002.