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Inglaterra, que ya ha demostrado anteriormente su poca capacidad para comenzar bien las competiciones internacionales, no lo va a tener nada fácil en su debut en el que ya se ha dado en denominar "Grupo de la Muerte", en el Mundial. Además, Sven Goran Eriksson y sus muchachos tienen un motivo añadido para estar preocupados por su partido de apertura del Grupo F, contra Suecia, ya que no han derrotado a los compatriotas de su entrenador desde 1968, y ha llovido mucho desde entonces. Con hombres de la potencia y la puntería del jugador del Celtic Henrik Larsson, y con la amenaza en el centro del campo del corazón del Arsenal Freddie Ljungberg, los jugadores ingleses no saltarán muy tranquilos al terreno de juego el 2 de junio en Saitama.
En su carrera hacia la próxima Copa Mundial, y en su intento por recuperar el espíritu del 66, el camino se está complicando con un rosario interminable de lesiones. El capitán y virtual talismán, David Beckham, sigue siendo una incógnita. La lealtad del seleccionador sueco se pondrá a prueba cuando su equipo se enfrente a sus compatriotas en una batalla sin cuartel. "El primer partido (contra Suecia) es extremadamente importante, para comenzar la Copa Mundial con buen pie", ha comentado Eriksson.
Una vez que el capitán, Patrik Andersson, se haya recuperado de su lesión, Suecia será un enemigo letal en el Grupo de la Muerte, sobrecogedor para sus rivales. Con el jugador del Arsenal Freddie Ljungberg, que se ha convertido en el alma y artífice de los dos títulos del equipo de Londres desde la pérdida de Robert Pires, no será fácil superar al centro del campo sueco, repleto de jugadores de calidad.
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