
Mick
McCarthy, seleccionador de la República de Irlanda, debió medirse
en la fase de clasificación con dos de las escuadras semifinalistas
del último Campeonato de Europeo de la UEFA, Portugal y Holanda.
Tal como suele hacer, se mantuvo tranquilo y tenaz, y condujo a
su equipo hacia una inesperada eliminatoria de repesca frente a
Irán.
Así, a pesar de que Irlanda se había perdido los tres últimos campeonatos
importantes por culpa de una serie de derrotas, el equipo y su entrenador
no perdieron los nervios y se impusieron al conjunto iraní con un
2-1 en la suma final. Fue una buena justificación para McCarthy,
quien no sólo tuvo que seguirle los talones al hombre que había
hecho del fútbol una obsesión nacional en Irlanda, Jack Charlton,
sino que también hubo de enfrentarse al envejecimiento y a la retirada
de la selección de los jugadores que le habían hecho obtener el
mayor éxito de su historia.
De hecho, gracias a la previsión de McCarthy, en la República de
Irlanda hay ahora un gran número de opciones disponibles para los
diversos puestos.