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Francia 1938

La tercera Copa del Mundo se realizó en Francia y las vísperas de la II Guerra Mundial, por lo que se tuvo alejado a la mayoría de los importantes equipos europeos. Austria se clasificó, pero se retiró y algunos de los jugadores aparecieron jugando para Alemania. España afrontaba una Guerra Civil. Argentina y Uruguay tampoco participaron. Brasil y Polonia protagonizaron uno de los mejores partidos de todos los tiempos en Estrasburgo con los suramericanos venciendo por 6-5 después de la prórroga, gracias a los cuatro goles de Leonidas, que jugó descalzo durante buena parte del encuentro. El campeonato en Francia se jugó en estadios modernos y supuso un gran atractivo para la masa popular. También fue la última oportunidad para la paz antes del inicio de las acciones bélicas que comenzaron al año siguiente. Alemania ya se había anexionado a Austria y el desarrollo de la crisis iba creciendo.

Las hostilidades eran inminentes cuando la FIFA decidió que el mundial se llevara a cabo en Francia. Para la ocasión el Stade de Colombes fue alargado y los estadios de Burdeos y Marsella fueron renovados. Por primera vez el país anfitrión y ganador de la copa anterior se clasificaron automáticamente, un privilegio que continúa hoy por hoy. La competición fue boicoteada por la mayoría de los equipos suramericanos, que exigían la celebración del campeonato en Argentina. Brasil realizó el viaje a Europa y jugó con su inimitable estilo derrotando a Polonia en tiempo extra por el increíble resultado de 6-5. Leonidas, "El diamante Negro", y Willimowski anotaron cuatro goles cada uno.

Tristemente los cuartos de final, en el estadio de Burdeos entre Brasil y Checoslovaquia, fue una vergüenza: tres jugadores expulsados y cinco lesionados, dos de ellos fueron llevados al hospital con los huesos de sus piernas o sus brazos rotos. El 16 de junio de 1938, el partido entre Italia y Brasil en el Stade de Velodrome en Marsella, lleva una hora de juego. Italia gana 1-0. Se decreta penalti. El hombre normalmente encargado para lanzar la pena máxima es Giuseppe Meazza. Tiene un problema: el elástico de su pantalón está roto y están por debajo de su cintura. No se acobarda y con su mano izquierda, sosteniendo sus pantalones y con su mano derecha acomodando la pelota en la línea de los 11 metros, convierte su tiro en gol. Italia gana el partido y pasa a la final.

El equipo anfitrión, Francia, derrota a Bélgica por 3-1. Para desgracia de los 58.455 hinchas que llenaban el estadio Yves-du-Mañoir de Colombes, en el partido de cuartos de final, los franceses fueron derrotados 3-1 por Italia. La semifinal con sabor a final adelantada entre Italia y Brasil era una promesa hasta que el técnico Adheniar Pimenta comete un gran error al dejar en el banquillo a dos jugadores claves. A Leonidas, "lo estoy dejando descansar para la final", dijo por aquel entonces el técnico. Lejos de eso la "squadra azzurra" derrota a Brasil 2-1 y se gana el derecho a defender el título en la final contra Hungría, que le había ganado fácilmente a Suecia. En el final Meazza y Ferrari hicieron el resto e Italia venció por 4-2 y entró a la historia como uno de los mejores equipos de todos los tiempos.