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Inglaterra 1966
Como regalo a la Federación Inglesa de Fútbol, que cumplió cien años de vida en 1963, la octava Copa del Mundo se organizó en Inglaterra. Sesenta y ocho equipos se anotaron para participar, y se decidió que lo jugarían diez equipos europeos, cinco americanos y uno asiático, la sorprendente de Corea del Norte. En el grupo I, Inglaterra se clasificó sin recibir ni un solo gol en su portería. Comandada por el recordado Bobby Charlton, empató su primer partido con el equipo uruguayo, y después le ganó tranquilamente a México y Francia. Uruguay se clasificó en el segundo lugar después de ganarle a Francia y empatar con los aztecas. El segundo grupo estaba conformado por Argentina, Alemania Occidental, España y Suiza.
El primer puesto terminó empatado entre los alemanes y los argentinos, aunque los europeos quedaron por delante gracias a la mayor diferencia de goles. Empataron entre ellos 0-0 y cada uno le ganó a los otros dos rivales sin mayores dificultades. Los últimos dos grupos iban a deparar las mayores sorpresas: Brasil e Italia quedaron eliminadas por Portugal y Corea del Norte. Todos los equipos que se enfrentaron a Brasil sabían cómo pararlos: Pelé y sus compañeros sufrieron la peor violencia vista hasta el momento en un mundial de fútbol. Pelé salió lesionado del primer partido frente a Bulgaria, y volvió para el último frente a Portugal. Allí volvió a ser duramente golpeado y debió retirarse nuevamente antes del campo de juego. Portugal, de la mano de Eusebio, y Hungría pasaron a la siguiente ronda.
En el último grupo la Unión Soviética ganó todos sus encuentros,
clasificándose fácilmente. Todo hacía suponer que los italianos
serían quienes los acompañasen a los cuartos de final, pero en su
último partido, frente a Corea del Norte cayeron derrotados por
1-0. El histórico gol lo hizo Pak Doo Ik, un odontólogo que jugaba
al fútbol en su tiempo libre. Los cuartos de final enfrentaron a
Argentina con Inglaterra, Uruguay con Alemania, la Unión Soviética
con Hungría y a Portugal con Corea del Norte. En esta instancia
quienes tuvieron una participación estelar fueron los árbitros:
el encuentro entre argentinos e ingleses fue arbitrado por un alemán,
mientras que el Uruguay-Alemania fue dirigido por un inglés, ¿casualidad?.
El hecho es que los dos equipos europeos avanzaron sin sacarle grandes
diferencias en el juego a los sudamericanos, pero estos últimos
recibieron varias expulsiones. Los otros dos partidos terminaron
con las victorias de Portugal y la Unión Soviética ante Corea del
Norte y Hungría, respectivamente. Las semifinales fueron ganadas
por el mismo marcador: 2-1.
El equipo local se enfrentó a la sorprendente Portugal y
la derrotó con dos goles de Bobby Charlton, mientras que
Eusebio descontó faltando poco para el final, de penalti.
Alemania, por su parte, contó con una nueva ayuda del árbitro,
esta vez el italiano "Lo Bello", que no castigó
de igual manera las duras faltas de los equipos. La final enfrentó
a ingleses y alemanes, que disputaron un intenso y entretenido partido.
El encuentro empatado 2-2 y obligó a una prórroga
que terminaron ganando los británicos por 4-2. El tercer
gol quedará siempre para la polémica, ya que la pelota
dio en el travesaño y picó cerca de la línea.
El juez lo dio por válido, pero las dudas continúan
36 años después.
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