España 1982

La inspiración de un cuestionado Paolo Rossi y el crecimiento de la confianza en sus propias fuerzas, le permitió a Italia ganar en España 82 su tercera Copa del Mundo y empatar con Brasil en número de trofeos obtenidos. La historia había empezado mal para el equipo capitaneado por Dino Zoff, ya que apenas pudo superar la primera ronda por un gol de diferencia. Pero después rindió cuentas ante Brasil, el más creativo de los equipos, y lo venció por 3-2 con goles de Paolo Rossi. Cuando llegó la final ante Alemania, la "squadra azzurra" ya contaba con la suficiente fuerza para coronarse campeón gracias a un claro 3-1 frente a Alemania. Quedaron en el camino planteles como el de Francia, que contó con figuras del tamaño de Tresor y Gírese, o la propia Brasil, que llevó a Zico, Socrates, Falcao y Eder, mientras que Polonia y Alemania realizaron una gran tarea. Más allá de la victoria de Italia y la consagración de Rossi, este mundial será recordado por los enfrentamientos Brasil-Italia y Francia-Alemania Occidental, ambos en semifinales.

A su vez, el 16 de junio en el estadio El Molinón de Gijón se dio uno de los partidos más raros del torneo: el equipo de Argelia, con una selección completamente renovada, se puso en ventaja frente a Alemania, que logró empatar más tarde, pero cayó finalmente ante la rapidez y sorpresa de los argelinos. La otra sorpresa del mundial la dio el delantero Norman Whiteside, de Irlanda del Norte, que con 17 años se convirtió en el jugador más joven de la historia de los mundiales. Cada vez se ven menos victorias contundentes, y cuando se pensaba que los resultados abultados habían quedado en el pasado, Hungría venció por 10-1 a el Salvador, rompiendo su propio récord (9-0 contra los Coreanos en 1954). En España hubo 24 equipos, ocho más que en la edición anterior, y se cambiaron las reglas de clasificación: trece equipos lo hicieron por Europa, tres por Sudamérica, dos por África, dos de por Asia y Oceanía, dos por la CONCACAF (Centro y Norteamérica). Además estuvieron España, por ser el organizador, y Argentina por haber sido el último campeón. A pesar de ampliarse el cupo de participantes, Holanda no viajó al haber fallado en las eliminatorias contra un equipo francés con muy buen juego manejado por Michel Hidalgo. Después de comienzos complicados, Francia, Italia y Alemania volvieron a ser realmente lo que se esperaba ganando todos sus partidos de la segunda ronda, mientras que Inglaterra y Brasil fueron eliminados por Italia.

En la primera semifinal, los italianos (gracias a dos goles de un revitalizado Paolo Rossi), demostraron ser más fuertes que los polacos. La otra semifinal fue una historia diferente: un cruel, dramático pero fabuloso partido, en el que Alemania, después de ir perdiendo 3-1, logró primero el empate heroico y después la victoria desde los tiros de penalti. La "squadra azzurra" venció cómodamente a Alemania 3-1 en la final, ayudada una vez más por los goles y la inspiración de su estrella, el delantero Paolo Rossi. Dino Zoff, el capitán italiano de 40 años de edad, recibió el trofeo de manos del Rey Juan Carlos. Con la copa en alto, Italia se convirtió en el segundo país en conquistar tres veces el trofeo más preciado del mundo futbolístico.