El
equipo inglés que dirige Sven Goran Eriksson, conocido popularmente
en su país como Svengland, ha entrado por la puerta grande en los
cuartos de final del Mundial tras fulminar a Dinamarca por 0-3 y
ahora se enfrentará al vencedor del encuentro entre Brasil y Bélgica.
L D (EFE) No hizo falta que Inglaterra firmara una gran actuación, pero demostró que tiene un equipo con pegada, especialmente si Michael Owen, que por fin estrenó su cuenta goleadora, y David Beckham, quien dio un recital en la segunda mitad, son capaces de jugar a buen nivel. Eriksson, el primer técnico extranjero que dirige la selección inglesa en toda la historia, ya ha situado a su equipo entre los ochos mejores del presente mundial. El entrenador, cuestionado en sus inicios, le ha dado otro aire a Inglaterra, un conjunto con carácter inglés, pero con un sistema más a
la continental que le da notables resultados. El partido no tuvo mucha historia. Una salida en falso del meta danés Thomas Sorensen propició a Inglaterra afrontar el partido con comodidad. El meta falló dos veces en la jugada que supuso el primer tanto del partido.
Primero, el balón le sobrepasó en el lanzamiento de esquina de Beckham y después porque introdujo en su puerta el remate de Rio Ferdinand. Con sólo cinco minutos jugados, Inglaterra ni había soñado un comienzo así y el equipo de Eriksson jugó con viento a favor durante todo el partido.Además, los daneses tardaron en reaccionar y nunca se sintieron cómodos con la fuerte presión de los ingleses en el centro del campo. Tras el 0-1, Inglaterra jugó a esperar, con paciencia, sabiendo que sus opciones llegarían a poco que Dinamarca decidiera irse un poco hacia adelante y así ocurrió, Emile Heskey, en un contragolpe, pudo marcar el segundo al cuarto de hora, pero Sorensen ahora sí estuvo bien.
Cuando Owen apareció, dinamitó el partido. Inglaterra le reclamaba goles al delantero del Liverpool, no había marcado en los últimos cuatro encuentros, pero en la primera ocasión que tuvo no falló. Recogió un pase de Nicky Butt en el borde del área pequeña y resolvió con un tiro cruzado (0-2). Con sólo 22 minutos jugados, los ingleses no podían esperar más, ni Dinamarca menos, porque los de Morten Olsen ya tuvieron que jugar contrarreloj a partir de entonces. En el primer tiempo, Dinamarca apareció por medio de una buena acción individual de Ebbe Sand (m.27), en la que el delantero del Schalke 04 no supo definir, y tras un par de incursiones por la derecha de Dennis Rommedahl, un atlético extremo capaz de correr los 100 metros en 10.2 segundos, que no pudieron ser concretadas por Jon Dahl Tomasson.
Pero eso no era suficiente. En su cuarta aproximación en 45 minutos, Beckham dio una buena asistencia a Heskey y éste ya no falló, marcó el 0-3, y ya nadie en el estadio Gran Cisne de Niigata dudaba sobre la clasificación de Inglaterra. Robbie Fowler entró por Owen en el descanso, Kieron Dyer por Paul Scholes poco después y Teddy Sheringham por Heskey a 20 minutos del final, en una clara demostración de que Eriksson ya tenía su cabeza en el soñado partido contra Brasil, siempre que las previsiones se cumplan. Los daneses, cuyo mayor mérito había sido enviar a casa a los actuales campeones mundiales (Francia), necesitan cambiar la dinámica del partido, pero nunca creyeron en la posibilidad de ni tan siquiera complicar las cosas a los ingleses. Cuando Beckham entró en juego en la segunda mitad, se vieron los mejores minutos del partido. El siete de Inglaterra se gustó, dirigió, asistió, disparó a puerta y, lo que es más importante para su equipo, recuperó la confianza que no tenía desde su fractura de pie.
Ficha técnica del partidoDinamarca, 0: Sorensen; Helveg (Bogelund, m.7), Henriksen, Laursen, N. Jensen, Tofting (C. Jensen, m.58), Gravesen, Gronkjaer, Rommedahl, Tomasson y Sand
Inglaterra, 3: Seaman; Mills, Ferdinand, Campbell, Ashley Cole, Beckham, Butt, Scholes (Dyer, m.49), Sinclair, Owen (Fowler, m.46) y Heskey (Sheringham, m.69)
Goles: 0-1, m.5: Sorensen, en propia puerta. 0-2, m.22: Owen. 0-3, m.44: Heskey
Árbitro: Markus Merk (ALE), asistido por Heiner Muller (ALE) y Evzen Amler (RCH). Mostró cartulina amarilla a Tofting (m.24) y a Mills (m.50)
Incidencias: Asistieron al encuentro 40.582 espectadores, según datos de la organización, en el segundo encuentro de octavos de final del Mundial, disputado en el estadio Gran Cisne de Niigata. Numerosa presencia de seguidores ingleses, quienes llenaron con los colores blanco y rojo los graderíos, los mismos que lucían los pocos aficionados daneses que estuvieron presentes