
Las
medias tintas no existen cuando se trata del nuevo seleccionador
de Sudáfrica, Jomo Sono: amado u odiado. Muchos seguidores de los
"Bafana Bafana" creen que la capacidad motivadora de Sono hará milagros
para que Sudáfrica no sea el patito feo del grupo B, donde están
España, Eslovenia y Paraguay.
Los pesimistas, por su parte, consideran que Sono es un perdedor y que a Sudáfrica no le esperan más que humillaciones, como le ocurrió en Francia-98, su primera aparición mundialista, en que empezaron perdiendo 3-0 con Francia y empataron con Dinamarca y Arabia Saudí.
Sono hace las cosas a su manera, desafiando constantemente las reglas, aunque hasta ahora los resultados no son muy alentadores: Georgia los goleó 4-1 en su primer partido al frente de la selección.
La alineación ha sido constantemente cambiada y Sono optó por espiar a España en Irlanda del Norte en abril antes que guiar a sus jugadores contra Ecuador en España, partido que terminó en empate.
Sono es el entrenador más longevo del fútbol sudafricano por la simple razón de que es propietario de un equipo, Jomo Cosmos.
Jamás ganó un trofeo y le falta la audacia necesaria para cambiar un marcador adverso.