
Cuando
el seleccionador Mustafa Denizli renunció luego de la Eurocopa 2000
para dirigir al club Fenerbahce, la Federación turca sorprendió
a los especialistas al elegir a Senol Günes para sucederlo.
Este ex portero internacional, que hizo lo esencial de su carrera de jugador en Trabzonspor, el club de su ciudad natal, Trebizonde, hacía sólo dos años que integraba el cuerpo técnico de la Federación.
Pero incluso sus detractores le reconocen grandes cualidades: es franco, inteligente y posee una real visión del juego. Se toma el oficio de entrenador muy a pecho y es un trabajador infatigable. A un punto tal que, en 1995, tuvo que ser hospitalizado debido al agotamiento.
Gunes afrontó las críticas y el escepticismo con estoicismo y clasificó a Turquía para el segundo Mundial de su historia.
Las críticas por la excesiva prudencia que imprime a su equipo fueron tan excesivas que, a fines de 2001, comenzaron a circular rumores sobre su posible renuncia.
Todo con el trasfondo de un posible retorno de Fatih Terim, seleccionador en la Eurocopa 1996, versión que la Federación turca desmintió rápidamente. El mismo Terim se apresuró en declarar que Gunes debía conservar sus funciones.
En cuanto al interesado, contestó anunciando sus objetivos para el Mundial 2002: cuartos de final.