Cuando los aplausos suenen en los estadios coreanos para saludar alguna jugada de Uruguay, seguramente serán para Alvaro Recoba, el último futbolista fuera de serie de este país sudamericano.

Con el número 20 en la espalda, Recoba está en deuda con la afición uruguaya por no alcanzar en el combinado el mismo nivel que exhibió en el Inter de Milán, pero tanto el jugador como el entrenador Víctor Púa y todo Uruguay, esperan que alcance su máximo esplendor en su primer Mundial.

'El Chino', como se le conoce por sus ojos rasgados, debutó en primera división uruguaya a los 17 años y marcó 32 goles con su club, el capitalino Danubio, en 31 partidos de dos temporadas. Luego, siguió en el Nacional de Montevideo, con 30 goles en 27 partidos.

Debutó en la selección con 19 años y anotó su primer gol contra China en Pekín (1-1), en enero de 1995, y el último contra Perú, por las eliminatorias sudamericanas, en setiembre de 2001.

Recoba ha tenido una sobresaliente carrera en Europa, comenzando en el Inter de Italia y luego cedido para un exitoso pasaje por el Venezia (1998-99).

En 2001 se vio envuelto en el escándalo del uso de pasaportes falsificados europeos, lo que le costó una extensa suspensión.

Nada impedirá ahora que sus remates, sus explosivas corridas y sus goles de antología entusiasmen al público coreano, que aplaudirá a un 'oriental' (como se autodenominan los uruguayos) que no es de Oriente y a un 'Chino' que no es de China.