Futbolista de clase mundial, Zlatko Zahovic es el jugador clave de la selección eslovena. Curiosamente, el goleador del equipo, con un promedio de 30 goles en 60 participaciones, jamás ha jugado en un club esloveno. La mayor parte de su carrera transcurrió en clubes de Yugoslavia (Partizán de Belgrado) y de Portugal (Oporto, Vitoria Guimaraes, Benfica).

Zahovic sabe aunar un sutil toque de balón, con la magia de su zurda, a un muy desarrollado "olfato" para el gol, así como una combatividad permanente.

Dio sus primeros pasos como futbolista en el pequeño club de Kovinar, donde fue descubierto por el Partizán, antes de partir a Guimaraes. Luego de tres temporadas, pasó al FC Oporto, donde se consagró mayor artillero de la Liga de Campeones de 1999 con seis goles en siete partidos.

Este mediocampista prefiere pasar desapercibido detrás de sus atacantes, aprovechando así los espacios creados.

Su defecto es un fogoso temperamento y su comportamiento en los campos de juego lo obligaron a cambiar el FC Oporto por el Olympiakos griego y de ahí al Valencia CF español.

Transferido en junio 2001 al Benfica con un contrato de cuatro años, Zahovic quiere vencer ahora a sus viejos demonios y efectuar un buen Mundial 2002.