
El
obsesivo técnico Marcelo Bielsa logró opacar su falta de carisma
y cautivó a los exigentes hinchas argentinos a partir de la efectividad
arrolladora de la selección argentina, una de las favoritas para
el Mundial 2002.
Bielsa, de 46 años y apodado 'el Loco', desembarcó en la selección el 1 de enero de 1999, dejando la dirección técnica del Espanyol de Barcelona, con el cartel de haber sacado campeón a equipos locales como Newell's Old Boys (Apertura 90-91 y Clausura 92) y a Vélez Sarfield (Clausura 1998), y de haber dirigido al Atlas de México.
Bielsa logró disipar las dudas sobre su capacidad para dirigir a la selección argentina gracias al recorrido arrollador de la albiceleste en las extensas eliminatorias sudamericanas, que Argentina ganó con holgura, lo que le valió además ser elegido por la Federación Internacional de Historia y Estadísticas de Fútbol (IFFHS) como el Mejor Seleccionador Nacional del mundo en 2001.
"No hay nada mejor para llegar al éxito que satisfacer la belleza del juego" afirma como máxima. Adicto al trabajo y al fútbol, analiza obsesivamente videos de sus rivales, así como estadísticas y estrategias de juego.