
Ammar
Souayah, un personaje relativamente desconocido en los círculos
futbolísticos internacionales, es el hombre que dirigirá a Túnez
en la fase final del Mundial. Nombrado seleccionador a finales de
marzo, tras la repentina dimisión de Henri Michel, el seleccionador
de las "Águilas de Cartago" no es ningún inexperto. Nacido el 11
de junio de 1957 en Teboursouk, el joven Souayah comenzó su carrera
en el club Tebourba. Alumno aventajado, pronto se sintió fascinado
por la idea de ser entrenador, algo que logró a la temprana edad
de 21 años. Se hizo cargo de las categorías inferiores del club
durante dos temporadas, antes de fichar por el US Djedeïda, en 1980.
Continuó su vida como un nómade. A lo largo de sus 22 años de carrera, Souayah ha dirigido un mínimo de trece equipos en su Túnez natal. Durante los noventa, completó su formación como entrenador con estancias en Auxerre y Burdeos. Su pasado en Francia dio sus frutos: su trabajo en la sombra hasta esa fecha se vio premiado en la primavera de 2000 con el ascenso a Primera División con el Club Sportif de Hamman-Lift, seguido de una sensacional victoria en la final de la Copa de Túnez. Posteriormente, aceptó el cargo de entrenador en el Etoile du Sahel para la temporada 2001-2002, antes de ser reclamado por su federación para dirigir la selección.
Souayah había entrado a formar parte del plantel de técnicos de la selección como ayudante del francés Henri Michel durante marzo de 2002, tras la marcha de Albert Rust, y fue nombrado seleccionador tras la renuncia de Michel unos días más tarde. El prestigio adquirido gracias a su ética en el trabajo y a sus conocimientos futbolísticos le valieron un buen recibimiento por parte de los diferentes sectores del deporte en Túnez. Sin embargo, el escaso margen de tiempo de que dispuso para preparar el Mundial quizás no sea suficiente para dejar su impronta en el equipo.