Con 1,4 millones de habitantes, Kwangju es la quinta ciudad de Corea. Su comida tiene una excelente reputación, gracias a las ricas cosechas que se dan en la templada parte meridional de la península. Sin embargo, esta ciudad mundialista también tiene otros atractivos.

Existe una larga tradición de cultivo de las artes y de una cierta libertad de pensamiento y democracia relacionados con Kwangju. Esta tradición se ha reflejado recientemente en el marco de la Bienal de Kwangju, un festival de las artes cada vez más famoso en todo el mundo.

Para acoger una Copa Mundial de la cultura que se corresponda con su imagen como ciudad de las artes, Kwangju planea vincular los partidos del Mundial con la cuarta edición de la Bienal. Los hinchas que acudan a los partidos desde el extranjero quedarán fascinados al presenciar representaciones auténticas, como el estilo característico de la música rural tradicional, el Gwangsan Nongak, o el Gossaum, una lucha de lazos interpretada a la luz de la luna llena.

También habrá diversos programas de excursiones para los turistas extranjeros, que conectarán el espectacular Parque Nacional Marítimo de Dadohae ("Mar de las muchas islas") con otros lugares pintorescos de Kwangju y sus alrededores.

Sin embargo, aunque Kwangju desea seguir apoyando los valores tradicionales, también se está convirtiendo con rapidez en una comunidad orientada hacia el futuro, en la que el ayer y el mañana coexisten en armonía. La ciudad ha enfocado el nuevo milenio con optimismo, especialmente a través del fomento de la industria fotónica de vanguardia y el continuado desarrollo de la cultura y las artes humanísticas. Así pues, el Mundial llega en el momento adecuado para proporcionar a Kwangju una oportunidad de oro para mostrar al mundo la autenticidad, el arraigo y la riqueza de su patrimonio cultural.