
La prefectura de Oita está situada en el extremo oriental de la isla de Kyushu, la más meridional de las diez comunidades. Desde que tuviera lugar la inauguración del tráfico aéreo internacional en su aeropuerto, esta prefectura está convirtiéndose a gran velocidad en un centro de intercambios regionales y mundiales, sobre todo con el continente asiático. La región está trabajando para transformarse en centro industrial de alta tecnología, sin abandonar por ello su tradicional cultura local.
La zona es también un importante destino turístico. Las joyas más preciadas de la región de Oita son sus fuentes de aguas termales. Oita se enorgullece de contar con los mayores manantiales de todo Japón, Beppu y Yufuin, que se han convertido en prestigiosos balnearios. Una palabra muy oída en estos balnearios es "Jigoku", algo así como "zonas del infierno", en alusión al poder de la energía calórica que liberan de manera natural las fuentes termales. Los tesoros culturales propiciados por estas maravillas de la naturaleza, variados y abundantes, atraen a la región a millones de turistas año tras año.
El fútbol goza de gran popularidad en la prefectura de Oita. Muchos de los equipos juveniles de la región han conseguido clasificarse con regularidad en las competiciones nacionales. Actualmente, se está intentando crear un equipo local que pueda llegar a participar en la Liga japonesa, que ya ha alcanzado renombre internacional. Parte de la campaña promocional de la prefectura de Oita incluye invitaciones a los equipos de la Liga para que disputen partidos en los campos de fútbol de la región o para que los utilicen como terrenos de entrenamiento.